Dar el paso y vender una vivienda es una decisión muy importante y existen diferentes casuísticas que pueden conllevar ciertas dificultades en la operación. Algunas de las más comunes son que el inmueble tenga más de una persona propietaria y haya alguna que prefiera no deshacerse de la casa o incluso que sea menor de edad; que no se haya realizado la declaración de herederos o la adjudicación de la herencia en el caso de que la vivienda provenga de una herencia; que la vivienda presente un embargo o grandes cargos, etc.
Los imprevistos siempre pueden suceder en cualquier situación de nuestras vidas, y que ocurran en una operación inmobiliaria también es una realidad. Llega a ser sorprendente que aún nos podamos encontrar con asesores que no estén realmente preparados para enfrentarse a ciertos problemas porque además, “todos los asesores inmobiliarios no somos iguales, al igual que ni todos los abogados ni todos los médicos son todos iguales, los hay muy buenos, buenos, no tan buenos, malos y los que no hacen nada”, puntualiza Ángel Piñar Moreno, gerente inmobiliario.
Para que no nos encontremos ante una situación complicada, que nos haga perder tiempo e incluso dinero, lo más recomendable sería contratar a un profesional del sector que realmente sea un experto en esta clase de operaciones y que apueste por el éxito de nuestro caso, haciéndolo con “claridad, transparencia y responsabilidad”. Para que la operación sea exitosa tenemos que conocer las diferencias entre un verdadero profesional inmobiliario y un agente que simplemente dice serlo.
Hay algunas evidencias que hacen que podamos diferenciar un agente inmobiliario que dice saber cómo llevar a cabo la operación, de un profesional del sector realmente experto en el tema. Por ejemplo, la comprobación de la titularidad de la vivienda es un paso fundamental que no pondrán obviar; el asesoramiento sobre el Certificado de Eficiencia Energética (CEE) que ya es obligatorio para todas las viviendas es importante que nos lo nombren al menos; pedir el recibo del IBI; etc. Además, un buen profesional nos enseñará ciertas pautas sobre imagen y venta a la hora de presentar nuestra vivienda a posibles compradores, así como nos explicarán ciertos gastos que conlleva la venda de la vivienda.
Por nuestra parte, algunos profesionales se preguntan “¿cómo es posible que un vendedor o un comprador, que pone uno de los patrimonios más importantes de su vida en manos de quien dice que ser asesor inmobiliario, no le pida una copia del seguro para su mayor tranquilidad?”.
Desde el principio, lo más relevante y lógico sería que elijamos al profesional inmobiliario que más garantías y confianza nos transmita, y no tratar con aquellos que no demandan ciertos papeles y contratos fundamentales. Con esto no queremos decir que no existan muchos profesionales del sector que realmente se merezcan nuestra confianza, sino que no hay que elegir con prisas algo tan crucial, ya que una buena elección podría hacer que ganáramos hasta más dinero y agilidad en la compraventa.
Si finalmente contratamos a un profesional inmobiliario, podremos llegar a ganar entre los 25.000€ y 180.000€ más de lo que habíamos pensado. ¿Verdad que ahora que sabemos este dato no nos importará tanto pagar una comisión más alta? Las comisiones de los agentes y profesionales del sector a veces hacen que nos decidamos entre uno u otro. Sin embargo, recomendamos que, aunque dentro de unos límites lógicos, apostemos por el que realmente sea un experto apueste por nuestro caso. Al final, la cuantía que podemos obtener entre elegir a uno u otro no importará si podemos conseguir más de lo que habíamos supuesto al principio.
Otro supuesto relacionado con las comisiones de los agentes inmobiliarios es el hecho de que las pidan por ambas partes. Efectivamente, hay casos en los que piden tanto a la persona vendedora como a la compradora ciertas comisiones. Esta situación no tenemos nunca que aceptarla, y para entenderla en otra situación. ¿Qué opinarías de un abogado que defiende a las dos partes? Así pues, si esto ocurre será porque el supuesto profesional está mirando exclusivamente por sus ganancias, sin luchar realmente por el precio del inmueble, ya que los intereses de ambas partes son totalmente contrapuestos.
En conclusión, tanto si queremos vender como comprar una vivienda, contar con un profesional del sector experto en la materia, que sea transparente en su comunicación y que ofrezca buenos servicios de asesoramiento en todos los pasos y papeleo que hay que seguir en una operación de compraventa inmobiliaria será fundamental.