Dicen que tener una casa en propiedad es el sueño español, por lo menos uno de ellos. ¿Te gustaría alcanzar este sueño y tener tu propia vivienda? Como estamos hablando de una de las adquisiciones más grande que haremos en nuestra vida, queremos ir paso por paso para conseguir las mejores condiciones para nuestro préstamo e hipotecar nuestra futura casa y no nuestra vida. Date cuenta que, si podemos conseguir un punto menos en el porcentaje del interés de la hipoteca, significaría ahorrar lo que realmente nos costaría mucho más tiempo. Para ello, vamos a hablar sobre algunos errores típicos, así como veremos 6 claves a la hora de escoger tu hipoteca. ¿Te imaginas cuáles pueden ser?
Muchas personas “caen en la trampa” y dan más importancia a lo que pagarán mensualmente en vez de detenerse y fijarse en lo que abonarán en total. La hipoteca mensual puede variar y es por eso por lo que no detenerse en lo que pagaremos al final es un error típico que muchas personas comenten a la hora de escoger un crédito hipotecario.
Por su lado, los bancos conocen esta desventaja y suelen beneficiarse de ella de una manera muy fácil: ofrecen una hipoteca más larga por una cuota mensual más baja. ¿No suena tan mal verdad? Hecha la ley, hecha la trampa. En esta situación, la entidad financiera recibirá más intereses durante más tiempo. Eso quiere decir, que esta decisión nos afectará más a largo plazo más que a corto plazo ya que, la cantidad a pagar mensualmente será menor, mientras que, si hacemos los cálculos, al final pagaríamos mucho más por nuestro crédito hipotecario.
Trasladémoslo a un caso real. Imaginemos que por una casa que nos cuesta 224.000 € nos ofrecen pagar 750 € en vez de 700 €. Esta diferencia con la que ahorraríamos 50 € al mes significa que pagaremos en total 18.600 € más aproximadamente. ¿Es lo que queremos? Veamos otras claves para no caer en la trampa y conseguir la mejor hipoteca.
No solo hay una gran diferencia si ahorramos 1 punto en los intereses hipotecarios, incluso medio punto puede marcar la diferencia. Quedémonos con el ejemplo anterior. Si estamos buscando una hipoteca para una casa que cuesta 224.000 €, no es lo mismo pagar un 2% que un 2,5% de intereses. ¿Sabrías decir la cantidad de dinero que tendríamos de desembolsar en cada situación? Así pues, en la primera situación tendríamos que pagar hasta 101.440 € de intereses, mientras que en la segunda serían hasta 130.720 €. La diferencia es de casi 30.000 €.
¿Quieres regalarle al banco casi 30.000 € por pagar unos 50 € más al mes? Por eso, conseguir un interés menor, aunque sea medio punto será clave a la hora de escoger nuestra hipoteca.
Como ya hemos podido deducir, la duración de un crédito hipotecario juega más a favor de las entidades financieras. Mientras que lo recomendable es obtener una hipoteca a 15 años, si podemos permitirnos reducir este número a 10, sería aún mejor. Sin embargo, si tenemos que llevar nuestra hipoteca a 20 años, no es lo más recomendable, pero por necesidades personales, es una opción que muchas personas eligen en España. En el caso que podamos obtener una hipoteca a 10 o 15 años tendremos la ventaja de poder elegirla fija o variable.
Siguiendo con nuestro ejemplo, vamos a ver la diferencia de intereses para una casa de 224.000 € con un interés de 2,5% a 20 años y los intereses si la pagamos en 10 años. En la primera situación, la cantidad aumenta a 60.880 €, mientras que en la segunda el interés baja hasta llegar a los 24.440 €, es decir, pagaríamos en total menos de 30.000 €.
Si decidimos reducir el número de años de nuestra hipoteca, además de terminar pagando menos, este tiempo nos serviría también para ahorrar y no gastar el dinero en cosas innecesarias.
Para mantenernos en una cifra de años para la hipoteca firme, es importante no nos “enamoremos” de una casa, ya que es muy típico que, si trabajamos con un agente inmobiliario, quiera enseñarnos algunas opciones algo fuera de nuestro alcance real “sólo para que los veas”. Si tenemos una cifra determinada de años bien fijada, estas opciones se borrarán de nuestra mente rápidamente.
Las hipotecas no son ninguna excepción, así como todos los préstamos tienen ciertos intereses, los créditos hipotecarios también los tienen. Los intereses más habituales a pagar a la hora de contratar una hipoteca son:
Estas comisiones son las que usualmente abonaremos para tener ciertas seguridades, sin embargo, podemos negociar con el banco el porcentaje a pagar en cada una de ellas.
Casi todos, por no decir todos los bancos requerirán tener al menos una cuenta corriente y una nómina domiciliada en su entidad. No obstante, pueden demandar más productos asociados como un seguro de vida unido a la hipoteca, un seguro de hogar, un plan de pensiones, un fondo de inversión, etc.
Obtener estos productos puede hacer que nuestra hipoteca sea más barata. Sin embargo, significa que habrá un gasto oculto del que tendremos que reflexionar. Para ello, lo mejor es pedir toda la información y condiciones sobre cada producto, y poner en una balanza sus beneficios y desventajas para decidir si nos conviene o no.
Que el banco nos ofrezca una hipoteca no es ningún favor sino un negocio, y así lo tenemos que entender. Por ello, busquemos tener un as sobre la manga y jugar con la ventaja de tener varias ofertas de diferentes bancos para la hipoteca y negociemos con los bancos. Estos podrán llegar a ser muy flexibles en el momento que presentamos cierta competencia. Nunca rogaremos una hipoteca a un banco, ya que podrían aprovecharse de la situación.
¿Sabías que las entidades bancarias no son las únicas en ofrecer créditos hipotecarios? Así es, si contactamos con un profesional especializado en hipotecas que tenga relación con diferentes entidades podremos llegar a conseguir las mejores condiciones hipotecarias para nuestro caso.
Seguir estas 6 claves para escoger una hipoteca a la hora de comprar una casa no solo nos permitirá encontrar el préstamo que más se adecúa a nuestra situación y necesidades, sino que además ahorraremos en las gestiones.